La evaluación inicial de un accidentado consiste en realizar una
valoración global de su estado.
La evaluación inicial consta de dos fases sucesivas: valoración
primaria y valoración secundaria.
Lo primero es observar aquellas situaciones que pueden suponer una
amenaza inmediata para la vida del accidentado, comprobar la consciencia, la
respiración.
· Hacer solo lo indispensable para evitar retrasar el traslado de la
víctima al puesto de socorro.
·
Mantener al accidentado caliente.
·
No dar jamás de beber a una persona inconsciente.
·
Tranquilizar al enfermo.
·
Evacuar al accidentado acostado.
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